viernes, 9 de diciembre de 2011

Leyendas 2



Cuentan los viejos sabios que la neblina que embriaga la soledad de las calles durante la madrugada, anima a las sombras frías y oscuras a caminar por ellas buscando sin más aliento que los sueños de los que dormidos reviven el día. Son sombras que absorben todos los miedos, las esperanzas fallidas y las ilusiones rotas. En sus vacías cuencas queda atrapada toda la desesperanza y el dolor, el sufrimiento y la angustia para permitirnos que al alba abramos las ventanas, sintamos que la losa de nuestras responsabilidades es más llevadera y sobre todo, en su postura cómoda de no querer saber, de dejar fluir las cosas para diluirse en la nada cuando amanece, nosotros volvamos sonreír...


Iasbel

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